Navarro Baldeweg Univ. Pompeu Fabra

Descripción del Proyecto

El nuevo edificio para el Campus de la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona, situado frente al Parque de la Ciudadela, es el primer ejemplo construido de aquellas ‘piezas de mano’ con expresión artesanal libre, que perseguían extender el cuerpo al universo circundante a través de una nube de gestos caligráficos que, cuando se construyen a escala arquitectónica, sirven para tamizar la luz y las vistas, pero también para unir los mundos artificial y natural.

La creación de una envoltura que diera sombra a un espacio vestibular común, tomando como base la segregación y la libertad de los estratos, es el tema principal que preside la investigación planteada por el arquitecto. Una estructura espacial ‘hecha a mano’ superpuesta a la racionalidad del soporte, capaz de crear con el concurso de la luz, y a través del diálogo entre la expresividad de la mano y la lógica de la estructura, un mundo nuevo y cambiante, un mundo de aparente libertad, animado por las sombras, la vegetación real y las personas en movimiento.

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Nube de gestos caligráficos

La abstracción del gesto de la mano

Una capa de ‘ornamento’, una forma de caligrafía abstracta de la naturaleza, que plantea un modo nuevo de usar la pintura en el espacio arquitectónico profundizando, de modo recurrente, en el tamizado de la luz latente desde el principio en la obra de Navarro Baldeweg. Un murmullo rojo y gesticular sobre la grilla blanca de acero; una expresión gráfica libre, como nubes que sobrevuelan el espacio, como pinceladas rojas que se entrecruzan en el aire, que entronca con aquel deseo de separar el esqueleto portante de la piel del edificio que representa el ‘gesto de la mano’ en la obra de Gehry.

Líneas blancas de luz

Dentro, las seis plantas del edificio estarán unidas dos a dos mediante pasarelas que se irán cerrando conforme se avance en altura. La idea del arquitecto para iluminar estos ‘caminos’ salpicados de sombras, era una simple línea de luz continua, fina y blanca. Una geometría dura, que en contraste con el arbitrio ornamental que inunda el espacio interior de sensaciones cambiantes, guiase a través de un claro en el bosque a estudiantes y profesores en sus recorridos por el edificio. Para cumplir con los requerimientos demandados en esta parte del proyecto, Ferram propuso una luminaria lineal de LEDs que, empotrada a ambos lados de las rampas, se adapta con flexibilidad a las diferentes medidas y longitudes, dibujando un zigzagueante sendero luminoso que acabará articulando toda la arquitectura.

Fotografía: Estudio Navarro Baldeweg

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